La información, entendida como un recurso estratégico de las organizaciones, es un insumo clave para la toma de decisiones acertadas. Esta línea tiene como propósito la identificación de los usos de la información, el diseño de procesos para gestionarla, y la definición de indicadores que permitan a las organizaciones mayor conocimiento de sus fortalezas y debilidades, así como la detección de oportunidades y riesgos, que contribuyan al análisis e implementación de decisiones que generen mejores resultados.